martes, 2 de septiembre de 2014

A cualquier hora


A cualquier hora
macerada miel en la boca
al desnudarnos  la voz a la altura de los ojos,
donde el latido del silencio nos quiebra  el alma
en su último sonido, en nombre del amor.
A cualquier hora
entre las sábanas, un legado,
un aguacero a dúo consumiéndonos el alma
más allá de las palabras,
al construir besos que riman  en las bocas.
Sombras chinas que agonizan lánguidas
en el embeleso del efímero momento,
entre abrazos exiliados en silencio,
entre actos que acompañan  la liturgia
del placer hasta el reposo.
A cualquier hora,
nosotros, lejos ya del mundo.

M M
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