miércoles, 23 de octubre de 2013

En un blanco papel




Te busqué en el rastro que deja la tarde
cuando el silencio se acomoda en mi oído.
Escuché de arroyo el sonido
de tu escondido llanto  llevando tus penas.
Hoy mueres de soledad perdiendo el aliento
que edifica el sueño sin ver el camino.
Ya no importa cuánto cante  mi voz
ni cuanto en amor te amé.
Estás tan comido de agujeros en el alma
que me aúlla un vacío de tristeza al mirarte.
A veces me niego a recordar
Pero entonces sucede como hoy,
te busco en el rastro que deja la tarde
cuando el silencio se acomoda en mi oído…
en un blanco papel

M M
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