sábado, 27 de julio de 2013

En un canto desgarrado

 En un canto desgarrado
habla la boca en verso
en la luz pobre de una lámpara
a punto de llorar.
En el papel,
se desviste en torpes garabatos
ahogados de amor.
Como un candil en la noche
insistiendo en su queja.
¡Y yo le oigo!
pero no alcanzo a saborearlo,
aunque a veces palpo sus labios
y devoro su boca en deseos callados y golosos,
ocultos, encendidos tras sus ojos.
Sueño azul, de labios miel
donde  alzo la voz en la blanca Luna
para darme y sentirlo con el alma desnuda.
Y bulle así en mis versos,
en mi garganta agarrotada,
donde mi corazón lo lleva
a la primavera del alma
lejos del invierno triste
para que no vea mi lágrima.

M M
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domingo, 21 de julio de 2013

De mirar la Luna

    De mirar la Luna,
te amo.
Te amo en la inhóspita palabra
que se hace cuesta arriba
en el oído.
Te amo en el viento
cuando suspira entre las hojas.
En la hierba,
en las piedras gastadas del camino…
En el banco viejo
que nombra en mi memoria
tu vida.
Te amo en el tronco rugoso del árbol.
En el mar con su canto de gaviota.
En el lienzo de silencio que atraviesa la noche.
En el clamor plañidero de la ola
al despuntar el alba.
Te amo en tu boca,
donde pesco todo tu silencio
cuando te amo con la soberanía
en mi estado de ánimo
desvestida de ti  con precisa palabra.
Ahí, en esa infame luz
que deja al descubierto mi debilidad.
Te amo

M M
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jueves, 18 de julio de 2013

A medio centímetro

   A medio centímetro de tu labio
empapado de amaneceres leído,
un augurio en un sendero de besos
con un palmo de libertad
entre tu boca y mi boca.
Si existes, existo.
Si hablas, soy sonido.
Fantasía de tu carne y tus huesos,
cuando el sueño roza tus ojos de amante
en el pacto de hallarnos sin palabras.
Experimento de amor silencioso.
Pabellón de sueño en el iris de tus ojos
maniatado a tu verso.
Mas no soy yo,
siempre eres tú en mi imperfección
llorando enjuagada ternura
para lavar mis ojos
y despertar a nuestro sueño cómplice.


M M        

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domingo, 14 de julio de 2013

No quiero que hables de mí

  

No quiero que hables de mí.
Quiero que acabe en tu boca mi nombre
y que olvides que un día existí.
Y si es necesario:
mata mi recuerdo,
ahógalo de olvido,
porque así, dejaré de sentir en mí tus latidos.
Déjame sola.
Pon esa distancia necesaria y suficiente
porque hoy,
me siento cansada de releer el sin sonido de tu voz.
¡Olvídame!
que yo intentaré olvidarte.
Deja que me vaya aunque luego te recuerde
y tú quieras encontrarme en otros brazos
o besarme en otra boca.
Quédate en ese prolongado silencio,
que yo,
no lloraré  amor mío.
Me consolaré pensando que me remplazaste en el sueño,
que arrancaste esta parte de mí para vivir cada día tu rutina.
Pero ya no importa,
no te engañes, ni me engañes
acumulando estos sueños sin palabras.
Estamos solos, no finjas la mirada.
Me amas,
y me acorralas de silencio,
pero yo, te mastico en mi boca
y hago besos en tus labios
porque a pesar de todo esto, yo te amo.
¡Pero quiero qué acabe!
Sí, que acabe esta manera de tenernos
sin tenernos de verdad.

M M 

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martes, 9 de julio de 2013

Magdalena

   Bandadas de palomas en el cielo
haciendo nidos de algodones.
En el horizonte, dibujada una pintura
con ojos bien abiertos de sonidos,
y aquí, poblado de amor,
tu cuerpo inerte de su alma se desprende.
Y quedas como oro en la memoria,
eslabón de recuerdo en el ciclo de su vida.
Más hoy,
llora un mirlo blanco tu partida
abrazado a tu corazón de madre.
Eres para él, aún flor de primavera,
y viajaste al invierno, sabiendo a eternidad.
¡Qué amargo es el sabor de la muerte!
pero alzaste tu vuelo en el son de aquel trino.
Hoy  llevas alas blancas sin espinas,
y él,
llora tu partida.
Serás su ángel en el sueño,
la huella del camino que le guíe.
La historia de su historia en el libro de su vida
La estrella que rutila allá en el firmamento,
su estrella polar.

M M

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viernes, 5 de julio de 2013

¡Ya sabes como es esto!


Después de la tormenta,
amanece queriendo que me quieras en tu boca
en estos versos míos que despiertan queriendo.
Son de puro anhelo,
de deseo sumado al deseo.
Y así,
me brotan excesivos,
cuando tengo la esperanza
de que hoy tendré tus manos
bailándome las ganas en el sueño.
Y te beso,
te beso con el beso
que calcina las palabras en el lecho.
Piel con piel
el deseo se me excita
queriendo desatar en este sueño
los días que envejecen sin tenerte.
Y te bailo las ganas, y me ardo en mi fuero.
Ríeme, bésame los ojos de alegría
Vierte en mí el desahucio del olvido
de esos apilados sentimientos.
Bebe de mi boca,
que repleta de ti, revienta de amor.
¡Ya sabes cómo es esto!
Después de la tormenta,
amanece queriendo que me quieras.

M M

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