cuando a mi cuerpo
se amarran
y me atan a tu ser.
Tus manos, palomas
mensajeras
de tu sangre de
labriego
que en el surco de
mi cuerpo se derraman.
Ellas, que me
encontraron rota y olvida
se ataron a mi vida
y me salieron alas.
Ellas, que estallan
de alegría
cuando en fuego y
sangre me levanto
al sentir…
Ellas, tus manos.
M M C 3-10- 2011
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